Fuentes: septiembre 21012. AChee / Twenergy
Básicamente lo que debemos entender como “La Eficiencia Energética”, es el consumo inteligente de la energía, es decir los habitantes de este planeta deben cambiar su modo y estilo de vida como objetivo prioritario para la sociedad actual y como paso esencial en el desarrollo de un modelo energético sostenible, que reduzca emisiones al medio ambiente y contribuya a garantizar el abastecimiento energético.
Ser más eficiente no significa renunciar a nuestro grado de bienestar y calidad de vida, simplemente se trata de adoptar una serie de hábitos responsables, medidas e inversiones a nivel tecnológico y de gestión que puedan minimizar esos consumos.
La energía se obtiene a partir de las fuentes que las producen y las cantidades disponibles de dichas fuentes es lo que se denomina Recursos Energéticos. El carácter limitado o ilimitado de dichas fuentes nos permite diferenciarlas y valorarlas en términos de sostenibilidad partiendo de la evidencia de que la atmósfera está alcanzando su límite medioambiental y de que el consumo energético sigue creciendo, con zonas del planeta en pleno desarrollo demandando su equiparación energética con el mundo desarrollado.
Las fuentes de energía son finitas, y por lo tanto, su correcta utilización se presenta como una necesidad del presente para que podamos disfrutar de ellas en un futuro.
Pero practicar un consumo más responsable e inteligente de la energía que consumimos es tarea de todos. Si bien es cierto que la acción de una sola persona apenas se nota, la repercusión global sí es importante cuando son varias las personas que utilizan los recursos de manera eficiente.
Para ello se debe investigar en forma exhaustiva el grado de eficiencia energética, ya sea una planta industrial, un hotel, un edificio de oficinas, un edificio municipal, etc.
Y se debe estudiar los equipos consumidores de energía, la envolvente térmica y los hábitos de consumo. De esos resultados obtenidos, se tomarán las acciones idóneas para optimizar el consumo en función de su potencial de ahorro, la facilidad de implementación y el costo de ejecución.
Actualmente ya nacieron los especialistas en estas materias, inclusive Universidades que dictan cursos certificados, también institutos que ya están integrándose con esto y ya se han creado una profesión técnica y empresas que entregan un servicio donde estudian su proyecto y le entregan los resultados según la ubicación geográfica y los montos a invertir, es decir a mayor ahorro energético es mayor la inversión, que les parece esta pequeña introducción.